Mazar® Regular

Marihuana clásica de los 80

Cannabis de la vieja escuela, esta sería la mejor definición para estas semillas únicas. Mazar Regular ha ganado multitud de premios y copas cannábicas por su calidad durante muchos años, y no es para menos.

Estamos ante una de las primeras Kush originales, estabilizada y mejorada de la década de 1980. Un cannabis con mucha historia y trayectoria cuyas semillas regulares originales procedieron de Afganistán y se unieron en Europa a la mítica Skunk #1. Dutch mejoró en todos los campos la Mazar en 1997 al añadir uno de sus mejores fenotipos de Skunk #1

El banco de regulares Dutch Passion, nos permite comprar semillas Mazar Regular, una cepa que dura años y años en el catálogo, a pesar de las nuevas variedades. Esta difícil proeza solo puede ser explicada por unas cualidades y propiedades únicas que han conquistado a miles de cultivadores por todo el planeta.

Cepa 100% indica muy estable

Los amantes de las índicas tienen que probar sí o sí esta clásica variedad de Dutch Passion. Estructura, cogollos, efectos... todo en la Mazar Regular te recordará a las mejores índicas de toda la industria.

Genética pura que ha sido mantenida, estabilizada y mejorada desde hace más de 40 años hasta nuestros días para que la puedan disfrutar los cultivadores más exigentes del sector. Si quieres saber lo que es una índica de verdad, debes de probar la Mazar Regular.

Crecimiento y floración de la Mazar regular

En cuanto al cultivo de la marihuana Mazar, cabe destacar que es una planta robusta y mejorada con el paso del tiempo. La influencia Skunk ha permitido agrandar su tamaño y rendimiento con mayores producciones y facilitando su cultivo en cualquier sistema.

Recomendada para todo tipo de cultivadores gracias a su dureza frente plagas, enfermedades e inclemencias climáticas. La floración está considerada rápida, la Mazar Regular apenas necesitará unas 8-9 semanas para completar esta fase. La cosecha se estima en unos 500 gramos de cogollos por cada m2.

Sabores, aromas y efectos

Los cogollos de la Mazar son como pequeñas joyas prensadas y brillantes por culpa de toda la resina y tricoma que recubre la superficie. Potentes flores con olores penetrantes y gustos tipo Kush clásico, duraderos que ocupan la garganta del fumador durante horas.

Al combustionar los cogollos de Mazar Regular, saldrá un olor muy terroso, parecido al típico hachís de toda la vida pero acompañado con notas de pino y algún matiz a incienso y cítricos. El olor en floración avanzada también será muy intenso, por lo que e cultivos interiores se deberá usar filtros de carbón y medidas anti-olor.

Los efectos también suelen ser muy potentes, sumado a su porte 100% indico, dejará una sensación cerebral muy alegre que activará al consumidor. Puede consumirse durante el día pero si la dosis es excesiva aparecerá el sueño y la relajación muscular.