El mundo de los fertilizantes para cannabis es cada vez un terreno más amplio y complejo. Año tras año aparecen nuevas marcas y nuevos tipos de fertilizantes y abonos. Es por esto que cualquier cultivador nobel debe informarse bien de qué tipo de abonos y fertilizantes emplear, así como el momento exacto para emplearlos y las cantidades apropiadas. Emplear correctamente las vitaminas y los nutrientes que consumen nuestras plantas resulta de vital importancia para el óptimo desarrollo de las mismas.
De forma general podemos diferenciar dos tipos concretos de fertilizantes, por un lado, los que se emplean durante la fase de crecimiento, y por otro, los que se emplean durante la fase de floración. A su vez, estos tipos de fertilizantes pueden ser del tipo biológico, químico o a base de algas. Generalmente, los productos biológicos contienen nutrientes orgánicos de origen vegetal, procesados sintéticamente. Estos productos resultan de fácil absorción para las plantas ya que son abonos naturales que resultan menos agresivos para el cultivo.
Por otro lado, los abonos denominados químicos, contienen nutrientes más efectivos y potentes, aunque al ser de origen químico suelen ser más agresivos y difíciles de asimilar para las plantas. En ambos casos, si los empleamos correctamente, notaremos una mejora importante en el desarrollo de nuestra cosecha. Por último, tenemos los fertilizantes a base de algas marinas, que se asemejan más a los fertilizantes biológicos. La diferencia principal radica en que las algas liberan el nitrógeno lentamente, lo cual favorece el proceso de asimilación a nuestras plantas. En este sentido las algas ofrecen mejoras respecto a los fertilizantes biológicos.
Durante la fase de crecimiento, debemos asegurarnos de que los abonos de crecimiento que empleemos estén compuestos por un alto contenido en Nitrógeno. Eso sí, antes de comenzar a abonar, debemos esperar a que la planta haya pasado los 21 días de vida. Si nos ceñimos a los tiempos y las cantidades recomendadas, observaremos que nuestras plantas crecen más rápido y de forma vigorosa. En esta etapa de crecimiento, los abonos químicos ofrecen un desarrollo más acelerado que los abonos biológicos, aunque debemos de estar atentos a las cantidades ya que, si nos pasamos con el químico, podemos matar a las plantas por sobrefertilización.
Ya en la etapa de floración debemos asegurarnos de que los abonos que empleamos tengan un alto contenido en fósforo y potasio. El fósforo mejorará la maduración del cogollo, otorgándole mayor tamaño y sabor. Por otro lado, el potasio favorece la multiplicación celular y la formación de tejidos vegetales que hacen más resistentes a las plantas. Estos abonos de floración deben aplicarse unas semanas antes de que comience dicho periodo, para ello tenemos que fijarnos en que la planta comience a soltar los primeros pistilos, en ese momento, comenzaremos a aplicarlos. También debemos ser cuidadosos con los abonos químicos durante la floración ya que el exceso de estos puede dejar sabores metálicos y químicos en nuestra cosecha. Desde el grow shop SLC te recomendamos dejar de utilizar estos productos unas semanas antes de la cosecha y lavar bien las raíces. A parte de los abonos mencionados anteriormente, también podemos emplear estimuladores y potenciadores de floración o encinas proteicas que aceleran los procesos químicos durante la descomposición.
Todos estos tipos de fertilizantes y abonos podrás encontrarlos en nuestro catálogo, junto a amplias descripciones del producto. Además, podrás informarte sobre cualquier duda visitando nuestro blog o recurriendo a nuestro servicio de atención al cliente, donde resolveremos todas tus dudas y te ofreceremos las mejores opciones para abonar de la mejor manera posible tu cosecha.
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