Mazar

Sobre la Mazar de Dutch

Entre las variedades más conocidas y reputadas de Dutch Passion, se yergue Mazar. Esta clásica variedad tiene sus orígenes en los años ochenta, cuando se cruzaron una Skunk #1 de gran calidad con una potente afgana de la región Mazar-i-Shariff. Ya en la década de los noventa, concretamente en 1997, se seleccionó el clon más estable, se retro-cruzó y se actualizó la genética, surgiendo la variedad que hoy en día conocemos como Mazar.

Desde aquel momento hasta la actualidad, Mazar ha roto todos los récords de venta de Dutch Passion, convirtiéndose en un verdadero icono de dicho banco. Destacar además que fue la primera variedad feminizada del catálogo de Dutch Passion. En la actualidad, es una variedad adoptada por muchos bancos, que tratan de mejorarla y de producir nuevas variedades de esta potente genética.

En cuanto a su aspecto, señalar que es una variedad robusta, tipo árbol de navidad, fácil de cultivar y muy productiva. Los elevados niveles de producción se deben a que su fisonomía le otorga ramas laterales robustas que producen enormes cogollos. Además, es fácil de cultivar ya que es una planta muy resistente a las inclemencias del tiempo, a las plagas y, por si fuera poco, su crecimiento es rápido y vigoroso. Estas características hacen de Mazar una variedad ideal para cultivadores noveles. Si hacemos alusión a sus cogollos, mencionar que son muy resinosos, típico de las plantas de hachís afganas.

¿Es mejor en interior o exterior?

Si la idea es cultivarla en interior, su estructura fisonómica nos facilitará la faena. Su porte de escasa altura, poco más de un metro, y su robusta estructura, muy ramificada, es ideal para el espacio limitado del cultivo indoor. Como su aroma es muy potente, se recomienda emplear filtros anti-olor, al menos durante la fase de floración. Además, esta clásica variedad nos dará como resultado una cosecha abundante, aproximadamente 500gr cada m2 de interior.

Si, por el contrario, se planta en exterior, Mazar llegará a alcanzar los dos metros de altura, destacando su ramificada estructura. Se recomienda abrir las ramas y dirigirlas para hacer llegar la luz a todos los cogollos y que se formen correctamente. Si la cultivamos siguiendo estos consejos, Mazar puede llegar a producir 700gr con un solo ejemplar. Esto se debe a que su combinación genética le otorga cogollos grandes y largos, herencia de Skunk, así como gordos y prensados, herencia de su genética afgana. Eso sí, debemos tener cuidado porqué su floración es muy larga, dura aproximadamente 9 semanas, y por tanto es propensa a verse afectada por hongos producidos por la humedad.

De todos modos, su larga floración da como resultado la producción de cogollos muy resinosos, pegajosos, muy aromáticos, dulces y terrosos. En cuanto a su sabor, destacan los matices a hachís afgano de calidad, con toques cítricos y notas de pino. Además de que tiene toques dulzones con reminiscencias mentoladas y frescas.

Su efecto

Si hacemos referencia a sus efectos, destacar que son potentes, físicos y relajantes. Una Mazar bien cultivada nos deja una sensación de adormecimiento, ideal para la vida contemplativa y disfrutar relajándose. Dicho esto, señalar se trata de una planta de predominación indica, pero de un efecto equilibrado.

Por último, destacar que la variedad que nos supone objeto de estudio se ha hecho con una gran cantidad de copas a lo largo de su dilatada historia. Entre sus múltiples premios, mencionar un primer puesto en la copa Tipo Forte, Bolonia, 2008; un segundo premio en la High Life Cup en el 2002; otro segundo premio en la HTCC, en 1999, y por si fuera poco, fue nombrada Plant Of The Year por la revista Soft Secrets Magazine en 2014.

Como se puede apreciar a lo largo de la siguiente descripción, nos encontramos ante toda una super campeona con años de fama y reputación en el mundo cannábico. Una variedad que todo cultivador debe cultivar y probar al menos una vez en la vida.